lunes, 4 de noviembre de 2013

Mira lo que no se puede leer.


Currículums cargados de conocimientos y más conocimientos que determinan en períodos de tiempo el inicio y la finalización de su desarrollo. Pero bien, es que el aprendizaje tiene fecha límite? Queda mucho mejor especificar y leer los años, meses y horas que has dedicado a un estudio, y a otro, y a miles de otros, dejando claro que eso es lo más importante para ser contratados. Solo debemos fijarnos en cualquier currículum, pues es la parte de más relevancia e inclusive en el mío.

Caemos en el mismo error de siempre, personas con notas excelentes, capaces de memorizar extensos textos y con un currículum posiblemente brillante que, indiscutiblemente tendrá más posibilidades que el de muchas otras personas. Por lo tanto el  crecer y el aprender quedan estrechamente ligados a lo cognitivo, obviando por completo de la parte más pura de la persona.

En muchas ocasiones algunos de ustedes habrá escuchado a profesores alagar y poner de ejemplo a los “empollones” de clase, menospreciando sin darse cuenta las cualidades y habilidades de muchos otros niños y jóvenes que poseen desmesuradas virtudes, como aquel niño en la última fila que pasa el día dibujando, plasmando unas capacidades artísticas que nadie ve y pasan desapercibidas  para todos por el simple hecho  de que su nota final no llega al odioso cinco que tanto cuesta a muchos estudiantes. Y bien, que será de esos niños que no tienen la oportunidad de desarrollar sus capacidades?

El problema, por lo tanto, viene de lejos, como pretendemos que se valore la evolución y el crecimiento de las personas si desde pequeños reciben constantes mensajes negativos que asimilan sin darse cuenta. Con esto no digo que no se tenga que estudiar, ni adquirir conocimientos, ni saber de nuestra historia, ni mucho menos saber de donde venimos, sino que investiguemos el COMO hacerlo, teniendo en cuenta las individualidades de los alumnos, sabiendo que podemos potenciar de todos ellos, dándoles la oportunidad de aprender motivados, de que consigan amar la enseñanza y sobretodo que consigan conocerse tal y como son. De esta manera, sabrán enfrentarse a ellos mismos, reconocer sus debilidades y virtudes y así poder plasmarlas en el famoso currículum vitae. Este es definido como un conjunto de experiencias, entendiendo las experiencias como el seguido de vivencias de una persona, tanto intelectuales como afectivas o sociales. Por lo tanto, os invito a darle un giro a la formalidad que hasta ahora se le ha dado a este tipo de documento para que de alguna forma luchemos porque se valore nuestra persona como algo que va más allá de una cabeza con patas, por decirlo de alguna manera clara y entendible.

Yo me voy atrever a cambiar la estructura de mi currículum vitae, y le voy a dar mucha más importancia a mis cualidades tanto personales como profesionales, pues lo que importa es lo que soy hoy por hoy gracias a todas las experiencias que vivido en mi corta vida, sin obviar todo lo que me han ofrecido mis estudios. 

Iria Solís.

No mires mi mente, lo que puedo repetir sin cesar, sin pensar ni entender. Mira lo que soy, lo que siento y padezco. Iria Solís.

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